La escena del entretenimiento ha sido sacudida por la triste noticia del fallecimiento de Maggie Smith, la aclamada actriz británica de 89 años, conocida por sus icónicas actuaciones en la pantalla grande y pequeña. Este viernes, sus hijos, Chris Larkin y Toby Stephens, confirmaron que la intérprete, famosa por su papel de Violet Crawley en Downton Abbey y de la sabia Minerva McGonagall en la franquicia de Harry Potter, perdió la vida en un hospital.
El conmovedor comunicado de la familia destaca que a pesar de su gran talento, Smith siempre fue una persona muy reservada que valoró la cercanía de sus amigos y seres queridos en sus momentos finales. “Deja dos hijos y cinco nietos cariñosos que están devastados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela”, expresa el mensaje, que deja ver el profundo dolor que sienten por dicha ausencia.
Un legado imborrable
Maggie Smith no solo será recordada por sus papeles célebres, sino también por su contribución al teatro y su inigualable carisma en cada personaje que interpretó. Ganadora de dos premios Oscar, su carrera se destaca por una gama amplia de personajes y estilos que cautivaron a millones de espectadores en todo el mundo.
Agradecimientos y privacidad familiar
La familia también aprovechó la oportunidad para agradecer al dedicado personal del Chelsea and Westminster Hospital por sus cuidados excepcionales y su amabilidad en los momentos más difíciles. “Les agradecemos todos sus amables mensajes y su apoyo y les pedimos que respeten nuestra privacidad en estos momentos”, concluyó el comunicado, reflejando el deseo de la familia de honrar la memoria de esta gran actriz.
El legado de Maggie Smith perdurará en la historia del cine y la televisión, dejando una profunda huella en los corazones de sus seguidores y colegas. Su partida se siente profundamente, no solo en el mundo del entretenimiento, sino también entre aquellos que la conocieron y admiraron su talento incomparable.