La previa del tan esperado Superclásico comenzó con gran anticipación en La Bombonera, donde el ambiente se volvió electrizante desde las primeras horas del día. Los hinchas se dieron cita, llenando cada rincón del estadio con su pasión y fervor, creando así un espectáculo visual único digno de un encuentro de tal magnitud.
Operativo de Seguridad y Color en las Gradas
Con la llegada de la afición, el operativo de seguridad se intensificó para garantizar el buen desarrollo del evento. Las cargadas se hicieron sentir en las tribunas, donde los aficionados xeneizes no paraban de alentar a su equipo, mostrando una vez más la fuerza de su apoyo. Cada cántico reverberaba en las paredes de La Bombonera, mientras el color azul y oro predominaba en el estadio.
El Comienzo del Encuentro
A las 16 horas, el partido dio inicio con un ritmo frenético. Desde el primer minuto, tanto Boca como River mostraron intenciones ofensivas, generando llegadas que mantenían a los fanáticos al borde de sus asientos. Sin embargo, fue Manuel Lanzini quien rompió la paridad, marcando el primer gol del Superclásico a los 20 minutos. Su celebración fue un festín para los seguidores de River, quienes vieron como su equipo abría el marcador.
- Gol de Lanzini: 1-0
- Enfrentamiento entre Advincula y Lanzini: un cruce clave
- Cavani protesta decisiones del árbitro
Aprovechando su impulso tras el gol, River continuó presionando. La amargura se reflejaba en los rostros de los jugadores de Boca, con Romero lamentándose por el tanto recibido. Mientras tanto, Facundo Colidio luchaba incansablemente en medio de una jugada aérea, marcando la intensidad del momento.
A medida que el primer tiempo llegaba a su fin, el clima de tensión y pasión se hacía palpable. El director técnico de River, Marcelo Gallardo, observaba atentamente a su equipo, que se retiró al vestuario con la ventaja de un gol y la esperanza de que eso fuera solo el comienzo de una emocionante jornada.
Así fue como se vivió la previa y los primeros instantes del Superclásico, con una Bombonera repleta de emociones y un espectáculo que ni los más escépticos se atreverían a perder.