Casa de Moneda, la entidad encargada de la fabricación de billetes en la Argentina, enfrenta una situación crítica marcada por un significativo déficit operativo. En 2023, reportó unas pérdidas de $422.879 millones, superando a otras grandes empresas estatales como Aerolíneas Argentinas y Aysa.
Un desafío constante
La empresa, que no solo produce billetes, sino también patentes, estampillas, pasaportes y títulos universitarios, ha estado trabajando incesantemente debido a la falta de emisión de billetes de alta denominación. A pesar de su esfuerzo, la reciente decisión del Banco Central para preadjudicar la impresión de 540 millones de billetes de $20.000 a otra empresa sin incluir a Casa de Moneda ha generado preocupación entre sus directivos.
Impacto de las decisiones gubernamentales
“La licitación del Banco Central sin invitarnos fue un golpe fuerte”, expresaron los ejecutivos de Casa de Moneda, quien ven en esta acción una amenaza a su futuro. La producción de billetes representa más del 90% de sus ingresos, haciendo que la entidad sea fundamental para el abastecimiento de efectivo en circulación. En promedio, los billetes de alta denominación generan una importante proporción del efectivo, puesto que más del 47% del dinero en circulación corresponde a los billetes de $1000.
Producción y cifras alarmantes
| Producto | Porcentaje de Ingresos |
|---|---|
| Fabricación de Billetes | 90.7% |
| Pasaportes y Documentación | 3.9% |
| Patentes y Cédulas | 3.8% |
| Estampillas y Fajas | 0.4% |
A pesar de que la empresa ha implementado tecnologías modernas, sorprendentemente, el 75% de los billetes en circulación en Argentina son importados. Esto refleja un reto significativo en la capacidad de producción local y plantea preguntas sobre la autonomía sobre la emisión de billetes.
Un futuro incierto
Bajo la dirección de Rubén Mendez, quien asumió en diciembre de 2023, Casa de Moneda ha visto una leve mejora en sus finanzas, aunque todavía se encuentra en el tercer lugar en el ranking de< strong>déficit estatal. Las transferencias gubernamentales a la empresa crecieron un 60% interanualmente, aunque la reducción de su plantilla de empleados indica un ajuste en sus operaciones.
Los entidades estatales están a la espera de que se desarrolle una nueva familia de billetes, conocida como
