El escenario político para Brasil durante este año está teniendo un efecto directo en el mercado cambiario. En la última jornada de intercambio, el dólar estadounidense cerró con un promedio de 5,46 reales brasileños, lo que representa un leve incremento del 0,28% con respecto al día anterior, cuando el tipo de cambio se ubicó en 5,45.
Históricamente, en la última semana, la moneda estadounidense ha mostrado una caída del 0,25%, sin embargo, si se analiza la situación a un año vista, se observa un aumento notable del 8,39%. En comparación con días específicos anteriores, el dólar ha experimentado dos jornadas seguidas de aumento, aunque la volatilidad reciente ha sido considerablemente menor en comparación con lo que se ha visto a lo largo de los últimos doce meses.
Perspectivas económicas para Brasil
A pesar de haber sido la economía con el mayor crecimiento en América Latina, impulsada en gran medida por el sector agropecuario y las exportaciones, la Confederación Nacional de la Industria (CNI) advierte que las proyecciones para este año son menos optimistas. Se espera una desaceleración en el crecimiento, estimada en un modesto 0.2%.
Carlos Kawall, ex secretario del Tesoro brasileño, anticipa que el futuro internacional implica una tendencia a la reducción de tasas de interés por parte de los principales bancos del mundo. En consecuencia, proyecta que el crecimiento de Brasil podría situarse entre un 1.5% y un 1.8%.
Datos sobre el real brasileño
El real es la moneda oficial en Brasil y ocupa el vigésimo lugar en el uso global, así como el segundo en Latinoamérica, sólo superado por el peso mexicano. Desde su implementación en 1994, el real ha reemplazado al “cruzeiro real” y es representado internacionalmente como BRL.
A lo largo de su historia, el real ha enfrentado importantes desafíos, como el ataque especulativo que sufrió en 1998, que llevó su valor de 1.21 a 2 reales por dólar bajo una cruda devaluación. En la actualidad, el real presenta diferentes denominaciones de monedas, que van desde los 1 y 5 centavos de cobre hasta la moneda de un real, que es bimetálica.
Sin embargo, la economía brasileña no ha estado exenta de problemas, ya que, al igual que muchos otros países de la región, ha tenido que luchar contra una inflación que escaló hasta el 11% en 2022. Este contexto ha sido agravado por el reciente retorno de Luiz Inácio “Lula” da Silva a la presidencia, quien, al asumir su tercer mandato, se enfrenta al reto de equilibrar mejoras económicas con el ingenio de una deuda social generada por los beneficios pandémicos.