Harry Enfield, el reconocido comediante británico, ha vuelto a acaparar las portadas, esta vez no por sus actuaciones cómicas, sino por su reciente transacción inmobiliaria. El famoso creador del personaje Loadsmany, que se burla del consumismo durante el gobierno de Margaret Thatcher en los años 80, ha vendido su residencia conyugal en Notting Hill por la impresionante suma de £10,79 millones.
La casa, que Enfield y su ex esposa, Lucy, adquirieron en 2008 por £6 millones, les ha permitido obtener una ganancia significativa de alrededor de £5 millones tras la venta. Este cambio en el brevemente aclamado vecindario de Londres muestra la transformación que ha experimentado la zona, ahora en manos de un socio de un grupo de gestión de activos.
El Divorcio y el Futuro de Enfield
La venta de la propiedad parece ser un movimiento clave en el proceso de separación de Enfield y Lucy, quien fue su compañera durante 23 años. Según informes, sus ganancias inmobiliarias podrían ayudar a resolver los asuntos financieros derivados de su divorcio, particularmente tras su separación en 2021.
Un amigo cercano de la pareja expresó su preocupación por la situación actual de Harry, diciendo: “Es muy triste, pero Harry vive en otro lugar”. Se sugiere que está siendo acompañado por una amiga en este momento difícil, mientras que Lucy, de 61 años, está lidiando con sentimientos de frustración.
Recuerdos del Pasado
A lo largo de su carrera, Enfield ha dejado su huella en la comedia británica, siendo conocido no solo por Loadsmany, sino también por personajes emblemáticos como Kevin the Teenager y The Slobs. Aunque su vida marital con Lucy fue un pilar en su historia personal, Enfield también tuvo una relación previa con la productora de televisión Alison Allen, con quien convivió en Primrose Hill. De esa relación nacieron tres hijos, entre ellos las conocidas figuras del entretenimiento, como Lily Allen.
Enfield y Lucy se conocieron durante un almuerzo, y aunque él era una figura pública reconocida, Lucy no lo conocía bien en ese entonces. Sus inicios juntos fueron sencillos y tiernos, con paseos que comenzaron a desarrollar una conexión única entre ellos. En palabras de Lucy: “Me gustó desde el principio y gradualmente me di cuenta de lo buena persona que es”.
Las noticias sobre la venta de la casa de Enfield resuenan en diversos círculos de celebridades y entre antiguos amigos, quienes evitan las especulaciones pero lamentan el final de una era. A pesar de la tristeza que acompaña a la separación, el comediante sigue siendo un ícono de la comedia moderna en Gran Bretaña.