En una decisión que ha generado controversia, el Gobierno argentino ha tomado la drástica medida de disolver Trenes Argentinos Capital Humano (DECAHF). Esta resolución, expresada a través de la Resolución N° 35/2024 y difundida en el Boletín Oficial, implica la desvinculación de 1.388 empleados, lo que se enmarca dentro de la estrategia del Estado para ahorrar recursos y adaptar el funcionamiento de sus entidades.
Razonamiento Detrás de la Decisión
El portavoz del gobierno, Manuel Adorni, junto al secretario de Transporte, Franco Mogetta, argumentaron que la disolución de DECAHF supone un ahorro de aproximadamente $42.000 millones anuales. DECAHF, que se fundó inicialmente para fomentar la capacitación y gestión de recursos humanos en el sector ferroviario, ha sido objeto de severas críticas por su desvío de objetivos entre 2019 y 2023.
Proyectos Cuestionables
Según las autoridades, durante los años de actividad, DECAHF se dedicó a proyectos considerados innecesarios, gastando cerca de US$10 millones en obras superfluas y otros $80 millones en la contratación de artistas para eventos ajenos a su función principal. El gobierno sostiene que estos gastos no se alineaban con el propósito original de la empresa y que se ajustaban más a las exigencias políticas del momento.
Inconvenientes Administrativos
La Secretaría de Transporte ha señalado la existencia de áreas con un exceso de personal, especialmente en el ámbito de género, donde se identificaron trabajadores que no cumplían con sus horarios habituales. Esta situación contribuyó a duplicar funciones dentro de la estructura organizativa.
Compromiso con el Ahorro
Adorni reafirmó la postura del gobierno, manifestando que “no vamos a permitir que el estado gaste un peso más del necesario”. La decisión de cerrar DECAHF se presenta como parte de un esfuerzo mayor por reducir un costo mensual que supera los $3.200 millones, en un contexto de crisis económica que afecta a una fuerte proporción de la población, con un 53% de pobreza.
Reubicación de Empleados Afectados
Los 500 empleados que aún permanecerán en el sistema serán trasladados a Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE), donde se les asignarán roles en áreas especializadas como el Centro Nacional de Capacitación Ferroviaria y el Archivo General Ferroviario. Su función será fundamental para preservar el patrimonio histórico del sector y facilitar la colaboración con diversas empresas ferroviarias.
Con la disolución de DECAHF, el Gobierno tiene como objetivo no solo reestructurar la administración del sistema ferroviario argentino, sino también enfrentar la presión por reducir el gasto público, mejorando así la eficiencia en la utilización de recursos estatales.