En un fuerte despliegue de unidad nacional, miles de iraníes se volcaron a las ruas el pasado martes para manifestar su apoyo a la reciente acción militar de la Guardia Revolucionaria contra Israel. El ataque, que consistió en el lanzamiento de una serie de misiles balísticos, fue considerado por muchos como una respuesta contundente a los repudiables asesinatos de destacados líderes del movimiento Hamás y de Hizbulá.
Las principales calles de Teherán fueron el escenario de fervorosos cánticos en contra de Israel, donde un grupo significativo de compatriotas se reunió en la emblemática plaza Palestina y en las adyacentes a la universidad de Teherán. Con lemas como “muerte a Israel” y exaltaciones al líder supremo iraní, Alí Jameneí, los manifestantes mostraron su indignación y apoyo a las fuerzas armadas de su país. “Jameneí es nuestro líder porque Dios nos cuida”, resonó en el aire cargado de determinación.
El Eje de la Resistencia
Los asistentes al evento, ondeando banderas representativas de Irán, Líbano y Palestina, además del emblema del grupo chií Hizbulá, simbolizaron la unión de fuerzas que conforman el llamado Eje de la Resistencia. Este bloque informal, que incluye a actores regionales como Hamás, los hutíes de Yemen y milicias iraquíes, ha sido liderado principalmente por Teherán en su confrontación con Israel.
Reacciones en otras ciudades
Las manifestaciones de apoyo no se limitaron a la capital nacional. Ciudades como Mashad, Qom, Isfahán, Shiraz, Bojnurd, Zanjan y Gorgan también fueron testigos de similares actos de reivindicación, donde la ciudadanía expresó su respaldo a la Guardia Revolucionaria tras la ofensiva contra “objetivos estratégicos” en el territorio israelí.
El ataque Missil, programado como respuesta a los recientes asesinatos de Ismail Haniyeh en Teherán durante la ceremonia de toma de posesión del nuevo presidente Masud Pezeshkian, así como la muerte de Hasán Nasrala y el general de brigada de la Guardia Revolucionaria Abbas Nilforushan, perpetrados por bombardeos israelíes en Beirut, sienta otro precedente significativo en las tensiones en la región.