En un acontecimiento que ha generado repercusiones en el ámbito político, la diputada nacional Agustina Propato, visiblemente afectada por una lesión, asistió a un evento con muletas, luciendo una remera que destacaba la imagen de las Islas Malvinas en los colores de la bandera argentina y la leyenda “Las Malvinas son Argentinas”. Esta situación se tornó controversial cuando la embajadora británica Kirsty Hayes se negó a participar en la foto oficial a menos que la diputada se retirara la prenda.
El clima tenso se intensificó cuando otros legisladores, incluyendo al diputado de la Unión Cívica Radical, Martín Tetaz, junto a Lisandro Almirón y Margarita Stolbizer, respaldaron la solicitud de la embajadora, exigiendo que Propato no solo se cambiara la remera, sino que abandonara el recinto si se negaba.
Argumentos y Defensores
Ante la presión, Agustina Propato defendió su postura con firmeza. Mesclando emoción con patriotismo, expresó: “Me están pidiendo que me quite la remera para que la embajadora pueda estar en la foto… como argentinos, todos tenemos una remera de estas en casa”. Además, subrayó el profundo significado que tiene la causa Malvinas para todos los argentinos, recordando a los caídos y héroes de la guerra que, lamentablemente, son parte de la historia nacional.
La Reacción en Redes Sociales
Después de que el intercambio mostró la diferencia de posturas, la diputada utilizó sus perfiles en redes sociales para compartir su versión de lo sucedido. Aclaró que no tiene intención de renunciar a su símbolo de defensa por la soberanía, subrayando: “Esta es la remera que no me pienso sacar”. En su mensaje, destacó que la exigencia de la embajadora solo buscaba silenciar su posición en favor de la defensa de la causa Malvinas.
En un contexto donde los símbolos patrios siguen teniendo un peso significativo, Agustina Propato se ha posicionado como defensora de la memoria y la historia que representa a los veteranos de Malvinas, enfatizando que “LAS MALVINAS SON ARGENTINAS” no es solo un eslogan, sino un legado familiar y emocional para muchos argentinos.