En un nuevo capítulo de la polémica sobre el futuro de Aerolíneas Argentinas, el presidente Javier Milei dio un paso significativo al firmar un decreto que establece a la aerolínea estatal como sujeta a privatización. Este movimiento se enmarca en el artículo 9 de la ley de reforma del Estado, 23.696, originada en la administración menemista, que le otorga al Poder Ejecutivo la facultad de declarar a una empresa en este estado, aunque sostiene que dicha medida debe ser avalada por el Congreso.
El anuncio fue realizado por el vocero presidencial Manuel Adorni durante una conferencia de prensa, donde subrayó que el gobierno confía en que la legislación será rápida y efectivamente aprobada por el Congreso. El artículo mencionado establece que la declaración de privatización debe ser aprobada por una ley, lo que significa que la Cámara de Diputados deberá debatir esta medida en un corto periodo de tiempo.
Justificación de la Privatización
Durante su exposición, Adorni argumentó que Aerolíneas Argentinas sufre de un ‘déficit crónico‘ derivado de las gestiones de administraciones pasadas a las que tildó de populistas. Este déficit, resaltó, ha llevado al Gobierno a inyectar más de 8000 millones de dólares en la compañía desde su reestatización, indicando que sigue siendo un peso financiero para el Estado y sus contribuyentes.
Además, el vocero describió una estructura laboral que considera sobredimensionada, señalando que hay aproximadamente 15 pilotos por cada avión operativo, lo que contrasta fuertemente con los promedios de la industria. Esta inefficiencia, según él, permite una acumulación de privilegios para los trabajadores de la empresa, que van desde salarios generosos, beneficios en días especiales, hasta una serie de pólizas que resultan onerosas para la empresa y, por ende, para el Estado.
El Futuro de Aerolíneas y la Reacción del Transporte
El secretario de Transporte, Franco Mogetta, también se mostró a favor de la privatización, afirmando que el interés de esta decisión radica en el bienestar de todos los argentinos. Sin embargo, el futuro de Aerolíneas Argentinas ya ha comenzado a generar un intenso debate en la sociedad y entre los representantes políticos. La oposición, junto a líderes sindicales, se están movilizando en contra de la privatización, poniendo en cuestión la legitimidad de la propuesta del Ejecutivo.
El ambiente se complica aún más debido a las tensiones surgidas en el sector tras las decisiones de la Justicia. Recientemente, un fiscal desestimó cargos contra el líder del sindicato de pilotos, Pablo Biró, mientras que otro tribunal suspendió los decretos que atribuían situaciones de esencialidad a la línea aérea. Este contexto ha alimentado la idea de realizar un paro el próximo 17 de octubre, coincidiendo con el Día de la Lealtad Peronista.
Con la firma del decreto, Milei ha encendido el debate sobre el futuro de una de las empresas más emblemáticas del país, estableciendo un desafío político tanto para su administración como para los partidos opositores. La privatización de Aerolíneas Argentinas se perfila como un tema crucial en los próximos meses de la gestión del presidente.