El esperado informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) se revelará el 26 de septiembre y las proyecciones no son nada alentadoras para el gobierno de Javier Milei. Se anticipa que el índice de pobreza haya superado el 50% en los primeros meses de 2023, resultando en un alarmante aumento que podría alcanzar a más de 25 millones de ciudadanos, un récord no visto desde 2004.
Tras meses de recesión, el Ejecutivo se mantiene optimista en que las reformas económicas implementadas conducirán a una mejora notoria del índice, la cual se reflejaría en los datos del tercer trimestre. Sin embargo, el impacto de la situación se siente con fuerza en la población más joven: aproximadamente un 66% de los niños entre 0 y 17 años vive en condiciones de pobreza, alcanzando su punto más crítico durante la primera mitad del año.
La intersección de la política económica y la pobreza
El gobierno ha defendido su postura, atribuyendo la crisis actual a una “herencia pesada” del pasado y sosteniendo que el ajuste actual es parte de un “ajuste histórico”. Sin embargo, las indiscutibles consecuencias de este ajuste se divisan en el ámbito del empleo, la actividad económica y los salarios, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Desde el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Públicas (CNCPS) enfatizan que la pobreza estructural en Argentina no se origina por las decisiones del actual gobierno, sino por las fallidas políticas económicas históricas que han nutrido y perpetuado la crisis. Según un estudio del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la pobreza se incrementó un asombroso 16 puntos porcentuales desde el segundo semestre de 2017, pasando del 25,7% al 41,7%. Además, la indigencia se duplicó en este mismo período.
Datos alarmantes del Observatorio de la Deuda Social
El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA también ha publicado cifras preocupantes, revelando que la pobreza ha alcanzado el 52% de la población, marcando un nuevo récord. A pesar de que en el primer trimestre del año, la cifra rozó el 54,9%, se observó una leve disminución al 49,4% entre abril y junio, atribuida a la desaceleración de la inflación y al aumento de salarios reales en el sector privado.
Sin embargo, el panorama sigue siendo grave. El director del observatorio, Agustín Salvia, advirtió que, aunque la situación actual no alcanza los niveles críticos de la crisis del 2001-2002, aún persiste una enorme preocupación
Próximos pasos y la mirada hacia el futuro
El INDEC revelará el Índice de Pobreza oficial, que medirá la situación hasta el primer semestre del año, lo que podría alterar aún más la percepción sobre la gestión gubernamental. Queda por ver si las medidas económicas implementadas lograrán traer alivio a la curva creciente de pobreza en Argentina.